Tranquilo, apacible y realmente agradable y verde. Y bastante alejado del centro. 😀
Descubrí el parque del que hablo en este post más por casualidad que por otra cosa. En realidad, me dirigía a la zona de las ollas, donde también hay un sendero que sube hasta el faro desde donde también se tiene una vista muy bonita de Guanajuato. – Ese día no encontré el camino hasta el faro. Como sucede en la vida, normalmente encuentras otra cosa y, por supuesto, te cruzas con muchas otras cosas interesantes por el camino. En mi caso incluyendo este parque. La verdad es que al principio no me fijé en él hasta que descubrí una cascada al final del parque. Tiene sentido dada la ubicación y la proximidad a las ollas, pero no había pensado en ello. También hay un bonito puente en el parque y muchos sitios para sentarse. Y si realmente quieres salir al «verde», tener un poco de paz y tranquilidad y no ser hablado o molestado por nadie – que no es tan fácil como una persona blanca en América Latina – creo que este sería un lugar donde podrías estar tranquilo. Porque puede que de vez en cuando se ven turistas ahí, pero personalmente no recuerdo activamente a otra persona que no sea latinoamericana.

¿Ahí o no? Sí y no. Sin duda haría la ruta hasta las ollas y también hasta el faro, pero preferiría hacer el parque como complemento. Y un pequeño consejo: la cascada sólo se convierte en cascada cuando llueve o ha llovido poco antes. Pueda que sea algo desafortunado por el clima necesario, pero la cascada si se convierte en bastante más fuerte 😀