Como en todas las ciudades de México, también visité el mercado local de Oaxaca. Por supuesto, nunca hay uno solo, pero suelo ir al más grande, dejarme llevar y disfrutar del ambiente y la vibra. Simplemente porque me encantan los mercados de México. Son coloridos, caóticos, abarrotados y en ellos puedes empaparte de tanta cultura mexicana, comprar algo barato, perderte, entrar en contacto con los lugareños y mucho más.
El mercado de Oaxaca no es una excepción. Entré, me engulló y volví a escupir feliz. Para todos aquellos que aún no estén familiarizados con los mercados mexicanos: aquí se puede conseguir de TODO y es realmente barato. Comida, ropa, zapatos, joyería, tecnología -aunque deberías comprobarlo dos veces- ¡¡¡pero de todo!!!
Y siempre y cuando sepas regatear un poco, también puedes conseguir cualquier cosa que tenga un precio fijo barato – así que sigue siendo barato, pero los locales simplemente consiguen ciertas cosas más baratas de todos modos 😉 .
¿Allí o no? Si has estado alguna vez en un mercado mexicano, depende de ti. Si no, ¡adelante! Los mercados mexicanos son una experiencia en sí mismos 😀