El Convento de San Bernardino de Siena forma parte del paisaje urbano de Valladolid como ningún otro monumento. El espectáculo de luces se proyecta al convento y frente a él esta el sign con el nombre de la ciudad. Así que es bastante especial y se pasa por delante sin entrar. Sin embargo, a mi pequeño grupo del albergue y a mí, aún nos quedaba algo de tiempo, y queríamos ir a ver que tal estvuiera por dentro. Así que fuimos y echamos un vistazo a lo que se escondía tras los muros del convento.
La verdad es que me sorprendió en el sentido positivo. Debes saber que siempre que visito algo que no está en boca de todos, me doy cuenta de antemano de que no puedo esperar nada espectacular. Por eso no me sorprendió que el convento no estaba super increíblemente chido. Pero si tiene una bonita iglesia, un patio y algunas salas más. Lo que me gustó fue la estructura del edificio. Por dentro. El pasillo que lleva al piso de arriba y al de abajo, igual que el pasillo al entrar en el patio interior del convento. Los dos están pintados de rosa rojizo que crea un lugar realmente estupendo para hacer fotos. No sé cuántas fotos le hice, pero fueron unas cuantas 😀 También me parece muy interesante fotografiar cosas rotas o simplemente podridas o algo que esté un poco deteriorado. Así que el fotógrafo que hay en mí estuvo feliz, Pero si sólo os gusta hacer fotos de Instaspots o sólo queréis ver los lugares de que todo el mundo habla gama, no vayáis al convento.
Para todos aquellos que quieran conocer un poco más de lo que todo el mundo mira, a quienes gusta hacer fotos de motivos a veces no clásicamente bellos o simplemente quieren experimentar un poco con las perspectivas… el convento está bastante bien para eso. El resto se lo puede saltar 😉