La Ciudad de México. O como yo lo llamo “El DF – mi casa mexicana. ¿Por qué la llamo mi casa? Sencillamente porque en el DF me siento como en casa. No como en Colonia, por supuesto, pero tenía mi lavandería en la Ciudad de México, mi café favorito, sabía dónde ir de fiesta, conocía la ciudad bastante bien y simplemente me sentía como en casa. Pero lo más importante: ya no me sentía como un turista, sino como un homie. Y esa sensación es genial 😀 Y te hace sentir como en casa. O al menos conectado. Esa sensación de… lo he visto todo y aún quiero quedarme. De he llegado. He encontrado un lugar para mí. El chiste de la Ciudad de México es que no te invita necesariamente a quedarte. Claro, es una ciudad enorme, hay muchísimo que ver y creo que también es la que tiene más museos del mundo. En resumen: en Ciudad de México se puede hacer de todo, de verdad, TODO – aparte de ir de excursión o nadar en el mar. Osea por lo menos en comparación con otras grandes ciudades o capitales. La razón por la que la Ciudad de México no invita necesariamente a quedarse es porque a esta ciudad o la amas o la odias. La razón es muy sencilla: el tráfico. Es realmente…. Tardas media hora en llegar a cualquier sitio. Mínimo. No es ninguna broma. Incluso a pie. Súper molesto y agotador. También es ruidoso, caótico… Ni siquiera sé cómo describirlo, pero la Ciudad de México no es súper acogedora y no creo que sea necesariamente para los con nervios débiles. Y el tráfico es el enemigo final. Por eso la gente de Ciudad de México dice exactamente lo que acabo de decir: o la odias o la amas. Es cierto que dudé durante mucho tiempo, ¡mucho tiempo! – pero al final me di cuenta: Me encanta la Ciudad de México. Me gusta el caos, el tráfico es agotador, pero al final me acostumbré y… cuando me siento como en casa en algún sitio, empiezo a amar un lugar a pesar de cualquier adversidad (véase el KVB de Colonia). 😀 Ah y por cierto si te preguntabas por qué dije “El DF” al principio, es el apodo de la ciudad. Igual que Kölle es el apodo de Colonia.
Si me preguntan si alguna vez deberían viajar a la Ciudad de México, mi respuesta clara para cualquiera es: ¡SÍ! Y planear al menos una semana. La ciudad tiene tanto que ver, hacer, experimentar, …. ¡lo que sea! Realmente hay algo para todo el mundo. Y una semana pasará como un chasquido de dedos, créeme.