Como en todas las ciudades que visito, me fui a descubrir Puebla un poco y traté de solamente seguir mi nariz. Pasé por todo tipo de rincones diferentes de Puebla y pude sentir el vibe y ambiente de Puebla un poco más.

Puebla es como una mezcla perfecta de vibra urbana, ambiente animado y relajación. Siempre pasa algo en el Zócalo y sus alrededores. Sin embargo, el ambiente es relajado. También hay a veces construcciones de madera un poco locas alrededor del mercado de Parían, que creo que son para estabilizar casas. Realmente fascinante. Si luego paseas por las calles alrededor, rápidamente se vuelve más tranquilo, pero sigue siendo relajado. Me refiero a la seguridad.
En general, cuando viajé por México me pareció mucho más seguro de lo que suelen decir en Europa. Así lo también sentí en Puebla. Aunque una calle sea más tranquila y haya menos gente, no es un problema, sigue agradable. Al mismo tiempo, Puebla es uno de esos lugares que son realmente interesantes en el centro, pero luego se parecen más a cualquier otra ciudad mexicana en las calles laterales y rápidamente tienes la sensación de haberlo visto todo. Igual todavía hay vida y creo que merece la pena pasear. Sobre todo porque siempre se descubre algo en alguna parte. Y aparte de eso descubrí estos deliciosos mini pastelitos de canela en cuáles me pordría banar. Y eso simplemente dejándome llevar. Aunque hay que reconocer que los pastelitos se encuentran cerca del centro.

Personalmente, describiría Puebla como vibra animada y vibrante, pero no caótica ni demasiado abarrotada. Simplemente animada y relajada. Esto se nota especialmente cuando vas a los mercados de Puebla, la calle principal de los comerciales o el Zócalo. Sí, es animada, pero sin el caós, el ruido y es vibra de la ciudad grande. Por lo menos en mi opinión.
¿Ir o no ir? Siempre estoy a favor de pasear un poco por las calles y conocer un lugar de una manera diferente. Así que cien por cien! 😊