El antiguo molino del obispo es un auténtico artefacto. Para darle algo más que el encanto del “aire antiguo”, se ha integrado un café aquí, donde se puede comer unos pasteles realmente deliciosos. Y no me refiero a pan y bollos -como alemana, mi juicio probablemente sería diferente 😀 – sino a pasteles dulces realmente buenos. También y escpecialmente cosas que no he comido en mi vida entera, y mucho menos oído de ellas. ¡Y de verdad! Delicioso 😊 El viejo molino en sí es realmente lindo. Aquí hay dos partes. La de dentro y la de fuera. Por desgracia, la de fuera estaba en reparación cuando estuve allí, así que no pude ver mucho. Pero merece la pena por el café. Está claro que es un poco más caro, pero en mi opinión es perfectamente razonable para lo que recibes. Así que, cuando estés en Maastricht, date un tratamento especial en el café con el molino como topping 😊