Puerto Escondido es simplemente <3<3<3<3 Antes de empezar a contaros todo lo bueno que tengo que decir sobre ese lugar, mejor os cuento cómo llegué. Creo que eso ilustra bastante bien lo que me atrae tanto de Puerto Escondido. Entonces:
Iba en el autobús a Puerto Escondido. Hacía un calor increíble, sólo tenía agua para mear y los asientos estaban cubiertos de cuero artificial. Significa: en mi culo y espalda estaba sudando como un cerdo. En realidad por todas partes. En fin. Me sentí asqueroso, tenía mucha sed y todo y de repente el autobús para. Parada: Puerto Escondido. Me bajé del autobús y… no puedo explicarlo, pero en cuanto me bajé, me invadió una calma instantánea que pocas veces me ha pasado en la vida. Fue como si todo el estrés, todo el sudor, todo mi equipaje y todo lo demás se hubieran esfumado de repente. De repente, ya no estaba enfadada, muerta de sed, con ganas de ducharme y de ir al baño y de quitarme por fin la ropa… – no – estaba de buen humor, todo me parecía ligero y estaba relajada. Así, sin más. Claro que se puede decir “es porque por fin llegaste” y bla bla bla. Pero la impresión se confirmó más tarde. Puerto Escondido es el lugar más positivamente relajado que he encontrado en todo México. Simplemente te inunda. Así que, ahora a la parte en que cuento de las cosas buneas del lugar. Primero tenéis que saber que soy muy exigente o digamos rara con las playas. La mayoría son demasiado turísticas para mí, o están llena de basura, o super estrechitas, o la gente se queda tumbada sin hacer nada, cosa que tampoco soporto, o la playa en sí no me parece especialmente bonita, o lo que sea. Ya ves: rara.
Puerto Escondido…. Se queda en el equilibrio perfecto. Las playas son realmente bonitas y espaciosas. No están sobrepopuladas. Se puede hacer surf, pasear relajadamente con el perro, tomar un mirador, hacer snorkel y probablemente salir en barco y mil cosas más. Al mismo tiempo, el ambiente no es ni estancado ni demasiado turístico. Es muy relajado y las playas son preciosas. Es un ambiente mochilero muy relajado. Y lo mejor es que, a pesar de este ambiente surfero y mochilero, hay algo para todos los gustos. Incluso para gente que viaja un poco más elegante que yo, por ejemplo. ¡Y las puestas de sol! ¡OMG! Creo que realmente me senté en la playa cada tarde y disfruté este momento tan especial y lo absorbé. Por supuesto, también te tienta a quedarte más tiempo 😀 Yo no fui inmune a eso en mis dos visitas tampoco…. 😀
En resumen: aquí hay de todo. Hermosas playas, atardeceres que te hacen sacar tu cámara de nuevo cada tarde, gente súper amable, puedes ir a surfear, comer barato pero también cocinar totalmente fácil tú mismo y todo desde hostales hasta hoteles también está representado. Entonces, ¿deberías ir a Puerto Escondido? ¡Definitivamente que sí! 😀