El viaje de un día al Cristo Rey desde Guanajuato mereció la pena sin duda. Pero si, hasta el día de hoy me sigo preguntando qué me atrajo del Cristo Rey. Simplemente porque no soy religiosa. Personalmente, creo que fueron las fotos de las vistas chulas y, para ser sincera, un poco de tiempo si me sobraba.
Es relativamente fácil llegar en autobús. Simplemente desde la estación de autobuses de Guanajuato. Una vez allí, te encuentras en una colina, desde dónde tienes una vista realmente bonita del paisaje circundante. Si miras hacia el Cristo Rey, verás una imponente estatua de Jesús que se eleva sobre ti – y en el museo del interior hay una corona de espinas dorada grande encima de lo todo.
¿Ir o no? Sí y no. La vista es muy bonita, pero la del Cerro la Bufa es mejor. Y el Cristo Rey está a más o menos dos horas. Es decir, si no te sobra tiempo, hay vistas más chulas y cercanas. Pero si tienes tiempo, es como un extra chulo. 😊

El mirador más alto y, sin duda, uno de los más bellos de Guanajuato. Se encuentra encima de una de las montañas alrededor de Guanajuato y llegas por un sendero. Sin embargo, la caminata no es demasiado difícil y relativamente fácil de hacer.
Subí en un día soleado con dos personas de mi hostal y me sorprendió mucho no haber puesto esta excursión con vistas en mi bucket list, porque recomendaría a todo el mundo subir al Cerro de la Bufa.
Tienes una vista realmente hermose de Guanajuato, igual que del campo y las montañas alrededor, sales pa fuera y realmente ves algo del paisaje de los alrededores de Guanajuato. También puedes hacerte unas fotos muy chulas encima de las rocas si tienes tiempo y valor.
Definitivamente una excursión de un día o de medio día muy chula. En la cima con las vistas, puedes por supuesto comer algo, comerte un snack o hacer lo que te de la gana. Y las vistas realmente no están nada mal.
¿Ir o no? Sí, sin duda. Yo diría que primero haces todo lo que hay en Guanajuato – es bastante posible en un día debido al tamaño de Guanajuato (incluyendo el museo de las momias) – y después subiría a esta montaña 😊

Guanajuato tiene varios miradores y cada uno tiene algo especial. El mirador del faro es especial para mí porque honestamente no encontré el camino para subir por mi cuenta, sino que subí con un amigo que vivía en Guanajuato en ese momento y – para ser honesta – no recuerdo dónde estaba la entrada. La segunda razón porque el mirador del faro es especial para mí es porque el camino sube a través de naturaleza pura. El tercer y último aspecto que hace el mirador especial es que es local. Osea significa que está un poco alejado de los caminos trillados y, por lo tanto, no es un lugar turístico en absoluto. Mi compañero y yo, por ejemplo, subimos solos y no nos cruzamos con nadie ni al subir ni al bajar. Y eso aunque las vistas son preciosas.
Para ser sincera, al bajar tomamos una ruta poco ortodoxa que nos llevó por el campo porque mi compañero había encontrado su propio camino. Yo si que estaba un poco escéptica al principio, pero descubrí una naturaleza realmente hermosa entre las montañas y los pastos y conocí Guanajuato desde un ángulo completamente diferente.
¿Allí o no? Si, diría que si. No es el primer mirador al que iría – ese es el de Pipila -, pero allí arriba es muy bonito y mucho más tranquilo de lo que suele ser Guanajuato. También pasas por las presas y el Parque Florencio Antillón en el camino.

La mezcla perfecta entre tranquilidad y vida. O por lo menos así es como yo percibí el Jardín el Encantador. El parque está casi exactamente en la frontera entre el centro y dónde empiezan las afueras y, por lo tanto, es bastante concurrido, pero no demasiado. Además es totalmente verde y simplemente perfecto para relajarse o pasear un poco. 😊
Lo encontré en uno de mis recorridos de exploración por la calle principal de Guanajuato y en realidad estaba caminando principalmente en el area por el «puente» que conecta el centro con el no centro en esta esquina – y que tiene una vista realmente bonita del paisaje urbano de Guanajuato.
Bueno, y como soy una persona curiosa, caminé un poco más y descubrí este parque.
¿Ir o no? Absolutamente nada para el bucket list o el plan turístico. Pero si necesitas un pequeño descanso o de todos modos estás por el barrio, date una vuelta por él 😊

Si es correcto. Hay un museo de momias en Guanajuato. Reconozco que al principio era un poco escéptica. Pero bueno mi curiosidad me llevó a entrar y no me decepcionó en absoluto.
El museo expone momias reales de hombres y mujeres adultos, así como de niños. Todo está iluminado con luz tenue, preparado con respeto y realmente no da ningún miedo. Esperaba algo como un vibe de a una película de terror, pero nada. Al final, incluso hay ataúdes en los que te puedes parar y hacerte una foto. México simplemente trata el tema de la muerte de forma diferente a otros países, como Alemania en mi caso. Muy interesante, muy especial, pero también muy chulo. Osea en el caso del museo (y pues igual también así 😉)
¿Ir o no ir? Como el museo no me pareció para nada horrible o dando miedo, sino más bien fascinante y… bueno, quiero decir que cuándo se tiene la oportunidad de visitar un museo de momias… la verdad es que recomendaría mucho entrar. La visita no dura mucho y es una experiencia única/diferente.

Increíblemente bonitas, hermosas, sinuosas, estrechas, empinadas y especiales. Si tuviera que describir las calles de Guanajuato en pocas palabras, sería así.
Las calles y su estrechez y el hecho de que sean tan sinuosas es parte de Guanajuato y de su encanto. También que dependiendo de si caminas alejándote del centro o acercándote al centro, siempre estás subiendo o bajando. Es parte de la imagen de Guanajuato y las casas de diferentes colores la hacen perfecta. Sinceramente, no entiendo cómo a alguien no puede gustar el paisaje urbano de Guanajuato o, al menos, encontrarlo muy bonito y encantador.
Y si no has paseado una vez y te has perdido por sus sinuosas callejuelas, te perdiste algo. Porque sí, también pasarás por lugares muy interesantes, monos y pintados de colores fuera del centro de la ciudad 😊
¿Allí o no? Eso pregunta y contesté, no? 😀

Tranquilo, en cierto modo misterioso, pero también bello y bastante alejado del centro. Los dos lagos o mejor dicho presas de Guanajuato están básicamente en un extremo de la ciudad, pero se encuentran básicamente en un area muy tranquilo y bello y de camino a un mirador. Así fue como me encontré con las dos 😀
La carretera que serpentea por Guanajuato hacia las afueras del centro es completamente distinta de Guanajuato. O digamos es Guanajuato en tranquilo. No hay turistas en la carretera y Guanajuato básicamente se convierte en una calle mexicana casi cualquiera, salvo por la entrada del túnel que pasas en el camino y la carretera serpeante que sube suavemente por la montaña. Pero el vibe de Guanajuato si se mantiene.
Luego pasas por el Parque Florencio Antillón, que tienes que cruzar, y poco después te encuentras junto a la Presa de Olla. Aquí no sólo tienes una vista muy bonita del agua, pero también puedes pasear en barca. He visto algunos barcos en el agua. Y no es tan pequeño. Así que, ¿por qué no? 😊
La Presa de San Renovato, que se encuentra justo detrás, está un poco escondida y, de hecho, no siempre tiene agua, dependiendo de lo seca y calurosa que esté en ese momento. A la vez puedes recorrer a través de una especie de pasillo abierto por la presa y luego tomar los caminos a derecha y izquierda de la presa para llegar más arriba, desde donde se puede disfrutar de unas vistas muy bonitas.
¿Ir o no ir? Yo me limitaría a recorrer las presas, igual que el Parque Florencio Antillón, en la subida al faro. La zona es realmente bonita y muy tranquila, pero no súper chulo. Igual es para los/las que les gusta lo más tranquilo 😊

Tranquilo, apacible y realmente agradable y verde. Y bastante alejado del centro. 😀
Descubrí el parque del que hablo en este post más por casualidad que por otra cosa. En realidad, me dirigía a la zona de las ollas, donde también hay un sendero que sube hasta el faro desde donde también se tiene una vista muy bonita de Guanajuato. – Ese día no encontré el camino hasta el faro. Como sucede en la vida, normalmente encuentras otra cosa y, por supuesto, te cruzas con muchas otras cosas interesantes por el camino. En mi caso incluyendo este parque. La verdad es que al principio no me fijé en él hasta que descubrí una cascada al final del parque. Tiene sentido dada la ubicación y la proximidad a las ollas, pero no había pensado en ello. También hay un bonito puente en el parque y muchos sitios para sentarse. Y si realmente quieres salir al «verde», tener un poco de paz y tranquilidad y no ser hablado o molestado por nadie – que no es tan fácil como una persona blanca en América Latina – creo que este sería un lugar donde podrías estar tranquilo. Porque puede que de vez en cuando se ven turistas ahí, pero personalmente no recuerdo activamente a otra persona que no sea latinoamericana.
¿Ahí o no? Sí y no. Sin duda haría la ruta hasta las ollas y también hasta el faro, pero preferiría hacer el parque como complemento. Y un pequeño consejo: la cascada sólo se convierte en cascada cuando llueve o ha llovido poco antes. Pueda que sea algo desafortunado por el clima necesario, pero la cascada si se convierte en bastante más fuerte 😀