Chacahua es… para ser honesta, Chacahua es el único lugar en todo México tiene la playa perfecta.
Pero empecemos por el principio…. No se puede llegar tan así. Primero tienes que coger un colectivo – si le dices al conductor adónde quieres ir, te dirá dónde bajarte -, luego un taxi compartido, que te llevará con otras 3 personas – sí, puede que tengas que esperar un poco aquí – hasta un embarcadero para lanchas.
Desde allí tienes que coger una lancha para cruzar el agua atraves de los manglares. Y entonces llegas. Significa…. Se tarda toda la mañana y algo del mediodía en llegar a Chacahua. Así que una excursión de un día desde Puerto Escondido no es opción. Lo había pensado, pero no merece la pena. Chacahua además es demasiado hermoso para irse otra vez después de tan poco tiempo. Osea de verdad.

Cuando llegué a Chacahua, estaba hecha polvo. Tenía un resfriado y sentía como si una gran ola viniera hacia mí. Estúpida como era, pensé que lo iba a lograr. Bueno, me equivoqué.
Al menos si eres tan tonta como yo. Aparte de eso, ese día también me enganaron con el precio de la lanche, algo que sólo me ha pasado un par de veces en mi viaje por Centroamérica y que me cabreó mucho. Sobre todo porque el conductor de mi lancha era muy muy amable y ni siquiera vio mucho del dinero. Osea el me lo enseñó todo y realmente se merecía el dinero. Hijo de puta – el otro. Todavía hoy me molesta, porque es creo la única vez que me pasó algo así en México. ¡Y sólo por provisión! Bueno…

La excursión en lancha fue …. Sinceramente, una de las cosas más chulas que he hecho en mi vida. Charlé con mi guía, que era súper amable, me enseñó la isla de los pájaros y los manglares – fue casi como una excursión – y incluso me llevó hasta un mirador, para cuál normalmente necesitas un tur extra porque no se puede llegar a la subida sin lancha. Y lo mejor de todo, me dejó conducir la lancha.
Entre los manglares, en mar abierto y a toda velocidad. Y eso fue realmente increíble. Osea todo lo que me mostró y también la auto-conducción … y me permitió conducir tan rápido como querría y probar todo y … Fue honestamente uno de mis mejores días en México. Aparte de lo del dinero. Con gusto le hubiera pagado al simpático mexicano por el tour completo.

Cuando llegué a Chacahua, estaba extremadamente feliz, sentía que ya había visto todo Chacahua y, por supuesto, no sentía mi frío por toda la adrenalina. Así que me puse en marcha con bolsa y equipaje y me dirigí a la famosa playa de surf de Chacahua, donde quería encontrar un lugar para pasar la noche. Por el camino hay un pequeno río que se tiene que cruzar y donde me amablemente llevaron y bajaron en el otro lado en moto. Pero finalmente llegué y lo que me esperaba era algo que nunca pensé que iba a encontrar en México.

La playa de Chacahua es…. Una larga playa de arena blanca que se curva ligeramente, donde las olas rompen suavemente y en muchos lugares diferentes – un paraíso absoluto para los surfistas. Sinceramente hay tantas olas que puedes elegir. El fondo está bordeado de palmeras que brotan hacia arriba. Y el agua es tan clara y azul, como si siempre debiera tener este aspecto. Una playa sacada directamente del paraíso. Al menos para mí.
Así que me senté a la sombra en la arena y contemplé hipnotizada lo que tenía delante de mí.

Si te pregutnas dónde estan la fotos de la playa…. Bueno…. no tomé fotos. Porque me sentía muy mal. Osea primero hacía demasiado calor para caminar por la playa y por la tarde me sentía medio bien y quise ahorrar energía para mi baño de bioluminiscencia de la noche y pospuse la sesión de fotos para el día siguiente. Sin embargo, como esa noche dormí muy mal y creo que incluso tuve fiebre, al día siguiente me escapé a Puerto Escondido para recuperarme. Por desgracia, no tuve tiempo de volver después. Pero en cuanto esté de vuelta en México, iré a Chacahua, sacaré fotos y las publicaré aquí. ¡Lo prometo! 😊