Puerto Escondido es uno de esos lugares dónde te quedas “atrapado” en el buen sentido. No porque lo hayas planeado y… para ser sincera, cuando me enteré pensé «¡Vamos, ni de cona!», pero es verdad. Puerto Escondido tiene ese efecto. En todas las personas que conozco o con las que he hablado.
Por un lado, Puerto Escondido tiene una cantidad increíble de playas, todas diferentes. Al mismo tiempo, hay un supermercado realmente grande en el centro, tiendas, restaurantes, etcétera, etcétera. Es como una ciudad que tiene muchas playas y al mismo tiempo es muy relajada. Este ambiente se respira por todas partes en Puerto Escondido. Es más notable en ciertos lugares que en otros, pero básicamente Puerto Escondido es un lugar relajado y suuuper chill.

La primera vez que estuve en Puerto Escondido, me alojé en un hostal de la zona de mochileros donde – no es broma – la ducha era un chorro de agua helada. Curiosamente, la temperatura del agua era el problema menor en este caso, porque las temperaturas en Puerto Escondido son ….. ¿Sabes ese calor que te deja automáticamente sin cerebro? ¿En el que no puedes sostener pensamientos, no puedes concentrarte y necesitas mil veces más tiempo para todo y al final simplemente te relajas porque el calor y la relajación han fluido hasta las últimas fibras de tu ser? Así es Puerto Escondido.
Otro consejo: intenta no salir a las 11 de la mañana. Bueno, puedes hacerlo, pero incluso en chanclas sentirás el calor de la arena y apenas te encontrarás con nadie por la calle porque hace demasiado calor. Y así hasta las 14.00/15.00 horas. Después vuelve a haber más gente y por la tarde todo el mundo está de nuevo en la calle. Por la mañana también, por supuesto, si estás loco por el surf. El resto siegue durmiendo por la noche anterior o se queda en la sombra.

Llamo así a la zona de mochileros porque está llena de albergues relativamente baratos que están simplemente poblados por mochileros. Hay uno o dos quioscos – tipo tiendas -, unos cuantos bares y restaurantes – algunos de los cuales son muy sabrosos, pero los precios se han adaptado a los turistas -, muchas discotecas y, por supuesto, alquiler de tablas de surf. Hay que reconocer que el ambiente es increíble. Muy relajado, muy tranquilo, nadie tiene prisa, todo el mundo está súper relajado y de buen humor. Simplemente chillandia mochilera. Por eso es tan difícil escaparse: calor + ambiente = al menos tres intentos de hacer las maletas.
Se puede llegar en taxi (35 pesos) o colectivo (creo que eran 5 o 10 pesos). Si coges el taxi, probablemente te dejan delante del hostal – supongo porque yo sólo he viajado en colectivo. Con el colectivo, tienes que preguntar a los lugareños por la ubicación de recogida la primera vez – para ser honesta, por lo general es sólo unirse a ellos al lado de la calle – y una vez que estás dentro con tu bolsa y equipaje, siempre hay que observar dónde estas, porque: En este colectivo hay una cuerda que tienes que tirar (creo que era una cuerda) para «sonar» y señalar cuando quieres salir. Tienes que bajarte en la primera calle que entra hacia dentro de la zona. La segunda y tercera vez reconocerás el lugar. La primera vez basta con preguntar a un lugareño. Ellos saben dónde quieres ir 😉

Ah, y antes de que se me olvide: Incluso si no te alojas en la zona de mochileros… confía en mí y hechalo un vistazo de todos modos. Especialmente por la tarde/noche. Las playas son preciosas, las vistas fantásticas, hay mucho que ver y descubrir y las puestas de sol son un sueño.
Ir o no: personalmente creo que si quieres vivir la playa en México, debes ir a Puerto Escondido. Simplemente no hay otro lugar de playa que ofrezca el paquete completo y además …. estarás tan profundamente relajado 😀